Estefanía Chávez

Estefanía Chávez

El propósito de su obra es ofrecer un respiro a la mente, inundar la percepción del espectador con un juego de colores y formas que evoquen una sensación de bienestar. A través de elementos cotidianos como los juguetes apilados, los tonos vibrantes de las frutas, su taza de café verde-naranja, o el agua cristalina brillando en vasos, busca capturar la simpleza de la vida. Esta simplicidad, aunque a veces pueda parecer excesiva, es para el artista una fuente inagotable de felicidad. Su inspiración surge de lo ordinario y lo íntimo: el elegante pero divertido comportamiento de su gato, la magnitud de un bosque que recuerda nuestra pequeñez, el aroma de la lluvia sobre el asfalto, o el placer de ver caricaturas o películas sin pretensiones.

Desde temprana edad, Chávez ha sentido una profunda atracción por el arte, proviene de una tercera generación de artistas, legado que le fue transmitido por su madre y su abuelo. Su estilo, que ha ido evolucionando con el tiempo, se caracteriza por su ingenuidad deliberada y el uso de colores vivos en armonía, con líneas definidas que estructuran sus composiciones. El proceso creativo es riguroso y meticuloso: siempre lleva consigo cuadernos donde plasma escenas, objetos o notas que le llaman la atención, para luego integrarlos en sus bocetos. Trabaja principalmente con acrílicos, explorando distintas superficies, mientras busca que su obra sea una forma de expresión auténtica, una manifestación de su propio lenguaje y verdad.